Un sellado inductivo consistente, es el resultado de un proceso consistente. Aquellas funciones indirectas o que aparentemente no tiene relación con el sellado en sí, resultan fundamentales a la hora de obtener un buen sellado. Para lograr un sellado apropiado, todo el borde del sello debe estar en contacto con la boca del envase con una torsión adecuada, además el material del sello y el material del envase deben ser compatibles entre sí, y, por último debe haber suficiente exposición al campo magnético para que se caliente el aluminio (sello) y de esta forma lograr el sellado del envase. Una falla en cualquier punto de este procedimiento puede dar como resultado un sello de mala calidad o inconsistente. Casi siempre, lo primero que se hace es culpar erróneamente a la selladora inductiva.
La causa más común por la que se obtienen sellos inconsistentes es la falta de fuerza (torsión) para asegurar que todo el borde del sello se encuentre en contacto con la boca del envase, otra causa muy común es una exposición insuficiente del sello de aluminio al campo magnético. Por último se puede sospechar de la imcompatibilidad entre los materiales o se puede suponer que el lote de sellos o de envases utilizados sea otro del que se estuvo utilizando hasta ese momento.